Kevin Benavides fue noticia por partida doble. Primero por tener que pagar una multa de 200.000 pesos por organizar, junto a otras tres personas, una fiesta clandestina que violó las medidas dispuestas por la pandemia de coronavirus en Salta. Segundo, por haber protagonizado uno de los pases del año en el motociclismo mundial.
El salteño, de 32 años, que viene de adjudicarse la categoría Motos en el Rally Dakar en Arabia Saudita, se encuentra en el exterior, pero fue notificado sobre la imputación en su contra. Se le comunicó que la audiencia correspondiente se concretará el lunes 19 de abril. No obstante, el varias veces campeón argentino y latinoamericano de enduro realizó un pago voluntario de $200.000 a través del cual asumió la responsabilidad del resto de los acusados, ya que el monto máximo de la multa contemplado por persona es de 43.000.
Las actuaciones de la Unidad Fiscal Contravencional se iniciaron tras la intervención de la Unidad Especial de Investigaciones del Ministerio Público Fiscal, que a través de publicaciones periodísticas tomó conocimiento de una fiesta desarrollada en inmediaciones de ruta 9. De las tareas investigativas surgió que la fiesta se realizó el 23 de enero, unos días después de la llegada del piloto de Arabia Saudita, donde se había consagrado campeón del rally 2021 desarrollado entre el 2 y el 15 de enero.
Seguramente eso quedará en un tema anecdótico para el piloto, que demostró que no tiene ningún problema para pagar una multa. Para Benavides lo más importante fue que dejó Honda y pasó a KTM en el llamado “fichaje estrella”. La marca austríaca anunció el pase y desde ahora se pondrá a las órdenes de Jordi Viladoms.
Después de cinco temporadas en la marca del ala dorada, Benavides “se pasa al enemigo” y refuerza al equipo KTM en su ofensiva por recuperar el cetro del Dakar, que se le ha escapado en las dos últimas ediciones luego de una histórica racha de 18 victorias consecutivas.